¿Cómo podrías aún pensar en mi, si
tuviste que mendigar mi amor teniendo un mundo completo amándote?
Por su puesto, llegaste a la
conclusión simple de que yo nunca tuve tanto valor.
¡Tienes tanta razón al haberme olvidado!
Pero yo soñé contigo anoche.
Con ese abrazo que tanto anhelo. Jamás he podido ambicionar algo más allá. Jamás podría llegar a pedir más que eso. Solo tu abrazo... ese que al parecer jamás volverá a envolverme.
Lloré en el baño. Fueron solo unas cuantas grandes gotas de angustia. Caían con el peso de todo lo que te extraño. Cargaban con todo lo que te necesito y ansío, con este silencio que me aplasta el corazón. Hacían mella en el recuerdo que trato con todo mi ser de borrar.
¿Cómo puedo llegar a ti? Eso es todo lo que quisiera saber en este momento y en toda mi vida.
Porque no pido más que poder sentarme a tu lado y escuchar tu voz. Ese instante podría compensarme con toda la felicidad que se me escapa cada segundo que respiro sabiendo que no existo para ti.
La ultima vez que fui feliz en el pórtico de la vieja casa de mi niñez no me alcanza, porque entonces no sabía que no te vería nunca más. Por eso me pregunto ahora ¿puedo sentarme a tu lado una vez más, sabiendo que no habrá nunca otra ocasión para estar contigo? ¿Puedo sentarme a tu lado en silencio, escuchar tu voz y respirar sin que me duelas dentro?
¿Puedo tenerte?
¿Podría yo tenerte solo un minuto?
¿Puedo tenerte solo una vez más?
Solo un abrazo. Es todo lo que puedo ambicionar de ti en mi vida entera, porque no merezco más después de como te saque de mi vida. Lamento no haber tenido la valentía de mirarte a la cara y confesar que no podía seguir siendo tu amiga... porque te amo.
De seguro eso ya no te importa, pero no puedo perdonarme el haberte herido, aunque hayas sanado.
Así que no puedo ambicionar más... aún así, algo en mi interior se pregunta a diario ¿Puedo tenerte?
Solo una vez más ¿Puedo sentarme a tu lado?
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