Me importas más de lo que debieras y pequé de inocente al demostrarlo con tanta franqueza.
Quisiera hartarme de tu desprecio, de tu forma fría y desinteresada e ignorar que aludas a la distancia, y así, proponerme firmemente a cambiar las reglas
del juego y ser tan fría y desinteresada como tú. Si no hablas, no hablarte,
porque juro que detesto arrastrarme para me dejes horas sin una respuesta
o me envíes un par palabras frías y cortantes.
No quisiera mendigar más tu
atención.
Quisiera darte un bonus de silencio por todas las veces que me contestas
cortante y entregarte un ticket directo a la cresta cada vez que lo haces.
Quisiera decirte que estás fuera y que no volverás a entrar con tanta facilidad, que ya no me interesas, que ya no
me afecta, que si no vuelves a hablarme me da igual, que puedo olvidarte con la
misma facilidad que a todos, y así, actuar como si no me saltara el corazón
cada vez que me llega un mensaje tuyo...Pero todo queda en nada, en cuanto llega la noche y me preguntas si aún estoy ahí.
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